Archive for the ‘La Sexta’ Category

La fiesta de la tele

febrero 11, 2009

Cuando aún no nos habíamos recuperado de la recién pasada Gala de entrega de los Premios Goya del cine español, la Sexta emitió la anual edición de la entrega de los Premios TP de Oro, asumiendo su concepción y realización, dado que cada año encuentran sus organizadores más trabas y problemas para encontrar una cadena que se responsabilice de la misma y le encuentre un huequecillo en las saturadas e histéricas parrillas de nuestro país. No parece que la situación vaya a mejorar, vista la indolente rutina con que el evento fue afrontado y la escasa repercusión y audiencia con que fue recibido, a la luz de las cifras del share.

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Presidida por el tono irónico y jocoso marca de la casa, la ceremonia, salpimentada por insertos donde famosos catódicos relataban anécdotas del oficio, fue aprovechada por los responsables de la cadena para dar cabida autopublicitaria a las estrellas de la cadena (no faltaron los sketches de El Gran Wyoming, los chicos de Qué vida más triste, Berto Romero -su monólogo/resumen del 2008 fue de lo mejorcito-, Buenafuente, así como la comparecencia, como premiados o como oficiantes de gente como Patricia Conde, Pilar Rubio, Angel Martín, el Follonero, Antonio Lobato, Cristina Villanueva, etc…), encargándose de la conducción Manel Fuentes y una omnipresente Eva González, quienes, lastrados por la sosería de sus intervenciones y del guión, se limitaron a mostrarse animosos y simpáticos, en una faena poco más que de aliño, digna pero deslucida.

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Lo más destacable y jugoso de la velada, inelubible en estas ocasiones, fue la comparecencia de esas extrañas parejas formadas para la ocasión por gentes del medio encargados de la entrega de los trofeos, ocasión para ver a nuestros ídolos catódicos fuera de su ámbito habitual (esas presentadoras serias de informativos, en traje de noche, luciendo palmito), a mayor gloria de nuestro castizo star system local. Ingenioso áquel a quien se le haya ocurrido mezclar a Susanna Griso con el profe amazing de Fama, a los dos chavales de Cuéntame y Aida, a Gonzaló Miró con Paula Echeverría o a Angel Martín con la nueva presentadora de Gente, María Avizanda, entre otras muchas heterogéneas y originales mezclas de personalidades que amenizaron la velada, aportando una nota divertida, junto a algunas parodias de programas en boga como Password o Pasapalabra. Del chorra-sketch sin gracia alguna que se marcó el inefable Arangüena, mejor correr un (es)tupido velo.

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Entre los premiados, la escasez de sorpresas fue la constante. Un año más asistimos al mantenimiento en la cumbre de la popularidad, por extraño que nos pueda parecer (es lo que tiene el voto popular y democrático, cabe suponer), de gente como Matías Prats (Mejor Presentador de Informativos), Ana Blanco (Mejor Presentadora de Informativos), Ana Rosa Quintana (Mejor Magazine), Imanol Arias y Amparo Baró (mejores actores), así como a la consolidación de estrellas emergentes en los últimos tiempos como la dupla Angel Martín y Patricia Conde (premiados por su labor al frente de SLQH), la frescura de un concurso digno y discreto como Pasapalabra, los chicos de Callejeros, nuevamente reconocidos, el culebrón retropogre de la sobremesa de la TVE, Amor en tiempor revueltos, o House, mejor serie extranjera.
Algunas de las escasas novedades de esta entrega fueron el destronamiento de Cuéntame como mejor serie nacional a manos de ese ciclón fandémico en que se ha convertido el Duque y su troupe (especialmente femenina) en la serie Sin tetas no hay paraíso, uno de los fenómenos mediático-sociales de la campaña.

Sin embargo, el momento más perdurable y emotivo de la noche, más allá del fulgor efímero de nuestras estrellas de andar por casa, fue el de la entrega a un emocionado y anciano Manuel Aleixandre del premio a toda una carrera, a manos de su colega y amigo Alvaro de Luna. Pese a que quizás fuera más propio de una entrega de los Goya dada la mayor y más excelente carrera en el cine del insigne e incomparable actor, una auténtica ráfaga de emoción, admiración y reconocimiento (cosa poco frecuente en el medio, dado a la inquina y el desdén, mayormente) recorrió la sala, entre aplausos y vítores, reafirmando el consenso general sobre los méritos personales y artísticos del galardonado.

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En resumen, el habitual reparto de galardones entre las principales cadenas, susceptible de ser aprovechado promocionalmente a su favor, adobado con el complaciente y consabido marchamo del refrendo popular de estos premios, máximo aval democratizante del que se vanaglorian los mismos. Aunque pensando en el número de compradores de la publicación y el número de votantes potenciales y luego reales que participan en el asunto, cabría desconfiar de esa (presuntamente) masiva votación popular de que tanto y tan demagógicamente se abusa en este tipo de saraos catódicos como suprema excusa justificativa.

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De regalo, como colofón, el video del monólogo del gran Berto…


Entrevista a Pilar Rubio en Aragón TV

noviembre 19, 2008

Aunque la (meta) televisión actual cada vez se mira más al ombligo, convirtiéndose a sí misma en objeto de atención y glamourizando a sus estrellas, es difícil encontrar a estas últimas fuera de su rol estelar en sus programas, en una entrevista sosegada, con el tempo adecuado para conocerlas mejor.
La (sexy) reportera de moda, estrella del magazine estelar de La Sexta, Sé lo que hicistéis, Pilar Rubio, fue entrevistada en el programa El Reservado, que dirige y presenta Luis Alegre en la televisión autonómica de Aragón.
Aquí traigo dicha entrevista (dividida en tres partes):

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Sé lo que debéis hacer (y dejar de hacer)

noviembre 18, 2008

La televisión tiene sorpresas inesperadas. Esta semana pasada, cuando parecía que la fecha de cumplimiento efectivo de la prohibición de emitir imágenes de Tele 5 iba a suponer un punto de no retorno en la andadura del emblemático y cool magazine de La Sexta Sé lo que hicistéis…, nos damos de bruces con la sorpresa de que ha obtenido su mayor cota de audiencia desde que comenzara.
Convertido en el reverso deformado y esperpentizado de los programas de cotilleo rosa de la competencia, pareció que la caída del buque insignia de aquella época de primacía cardiófila, Aquí hay tomate, supondría su desinflamiento. Antes bien, tuvo como consecuencia su entronización como rey de la programación de sobremesa, terreno que Tele 5 no pudo volver a conquistar pese a sus repetidos y variados intentos (el inicio de la exasperada reacción de sus mentes rectoras).

Ese inesperado protagonismo, la continuidad de su visibilidad en verano (Pilar aprovechó la ocasión para mantener alto el pabellón y postularse para mayores empeños) y el anuncio de la demanda presentada por Tele 5 a causa del empleo de imágenes propiedad de los programas de la cadena, galvanizó y decantó los esfuerzos y talentos del equipo de SLQH, dando como fruto descacharrantes e ingeniosos sketches tomando como objeto a Vasile y Tele 5 o divertidas parodias de series y películas (Me llamo Angerl, Los lunes al sol, Los Angeles de Miki, etc…), paralelos a una cada vez más engrasada dinámica entre los presentadores (arrolladoras Patricia Conde y Pilar Rubio, optimizando los rasgos originales y sexys de sus personajes, sin caer en la chabacanería).
Días atrás consiguieron otro scoop con el encuentro callejero de Pilar, micrófono en ristre, con el capo Vasile (esa gestualidad italiana, esas manos en los bolsillos arqueando los hombros…), nuevamente usado como percha y muñeco vudú.

Finalmente, como traca final, el pasado martes, escenificaron una maliciosa cuenta atrás y un algo repetitivo abanico de sketches al respecto de la fecha límite en que pasaban a ser proscritos, para goce de sus feligreses, entre los que destacó un ocurrente montaje que hibridaba los créditos de apertura de la serie noventera Aquellos maravillosos años, a ritmo de Joe Cocker, con imágenes de presentadores de la cadena amiga, acompañados por sus motes respectivos, que el equipo de SLQH ha conseguido que hagan fortuna.

En el actual punto álgido de creatividad, habiendo madurado y dado un notable salto adelante, sería bueno que se concentraran en aprovechar su engrasada maquinaria, dejando atrás la fricción con la competencia como punto de pivote predominante. Si nacieron y crecieron a sus lomos, la consolidación debe venir por la vía de la emancipación, del recorrido de otros prometedores caminos.
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Obama, ‘El príncipe de Washington’

noviembre 10, 2008

Tras el atracón mediático motivado por las elecciones norteamericanas, además de la proliferación hiperbólica con que se ha envuelto el triunfo de Obama, la televisión, siempre atenta al chascarrillo paródico y al chiste metatelevisivo, ha producido alguna inolvidable pieza de descacharrante humor.
Entre ellas, destaco el montaje videoclipero creado por la gente de Buenafuente, sacando su vena más ingeniosa y ocurrente, la de las mejores ocasiones, sobre el fondo musical de la sintonía de la archiconocida y emblemática para la cultura negra estadounidense (y por extensión, global) ‘sitcom’ El príncipe de Bel Air, origen de la fama y estrellato de su protagonista Will Smith. Memorable.

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Cuando Pili encontró a Paolo

noviembre 6, 2008

La guerra entre La Sexta y Tele 5 a propósito del empleo de imágenes y videos está llevando al magazine emblemático de la cadena de Mediapro, Sé lo que hicistéis…, a lograr sus más amplias cotas de share y a sus mejores y más inventivos logros paródicos, creando fructíferas secciones como El programa de cine de Angel Martín, Me llamo Angerl o la parodia de Los lunes al sol, siempre con reiterados guiños a su polémica con Tele 5, amén de sketches ante la sede de la cadena y referidos a Vasile.
Abusando de la mirada conspiranoica, podríamos pensar en una solapada entente entre ambas cadenas, ya que están explotando el asunto a base de bien, con jugosos resultados, especialmente en el caso de La Sexta.
También los reporteros de SLQH se han puesto las pilas sinérgicas en la misma dirección y llevan tiempo detrás de presentadores y personajes varios de Tele 5, llegando al culmen con este ansiado y buscado vis a vis entre la atómica reportera, quien explota a tope su registro más seductor y goloso, y el mandamás Vasile, con las manos en los bolsillos de su gabán, recordando con su pose a un cruce de huraño Don coppoliano con una versión 2.0 de cómicos transalpinos de la estirpe de Totó o De Sica, aunque en una versión algo más agria.

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Desde Washington, ¿para qué?

noviembre 4, 2008

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La pugna electoral estadounidense entre Obama y McCain, adjetivada con toda clase de hiperbólicos epítetos y grandilocuentes retruécanos, está ocupando, como no podía ser menos, el foco central del flujo catódico, tanto en los informativos propiamente dichos, como en toda clase de magazines y programas de entretenimiento.
Las cadenas españolas, en línea con la americanomanía patria (ya sea en forma de filia o de fobia, que de todo hay), han destacado a parte de sus bustos parlantes estrella a diversas capitales estadounidenses para simbolizar la priorización dada a la cobertura del evento electoral.
No deja de resultar algo extemporánea esta pervivencia atávica de la presencia física del presentador (y del plató que lleva anexo) en el lugar de la noticia. En una época de frondosidad y práctica simultaneidad global del flujo mediático, de permanente conexión a las fuentes digitales y de continium informativo, resulta ciertamente anacrónica e innecesaria esa presencia física en el lugar de la noticia, al menos en el caso de los rostros encargados del relato informativo, tal vez no en el caso de reporteros o periodistas a pie de calle, capaces de darle un sesgo personal o de aportar un cierto valor añadido a la estandarizada y globalizada noticia.

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Sin embargo, estos días vemos a los rostros populares de los servicios informativos de las diferentes cadenas generalistas nacionales y autonómicas (Pino en Tele 5; Ana Blanco y Lorenzo Milá en TVE1; Resano y Mamen Mendizábal en La Sexta; Roberto Arce en Antena 3; etc…), destacados en Washington, Nueva York o Miami, a modo de corresponsales corporativos, convertidos en simbolización corporeizada de la seriedad y profesionalidad otorgada por las cadenas al evento objeto de cobertura. Al final, el rostro y la persona mantiene su fantasmagóricoy algo vetusto predominio, frente a la volatilidad de los flujos, la multipantalla y la ubicuidad on-line.

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El Borja y el Josebas

octubre 29, 2008

Era cuestión de tiempo que la estrategia de La Sexta de procurarse una audiencia juvenil y desinhibida no diera con sus pasos en Internet, precisamente el lugar donde, según todos los estudios, se ha mudado el segmento de público (juvenil, urbano, etc…) a quien busca dirigirse como caladero para aumentar su share.
Así pues, la última apuesta de la cadena de Mediapro para el baqueteado prime time de los domingos (tras el fracaso y retirada del reality correcional, también centrado en el segmento juvenil, De patitas en la calle -quizás no les gusta que les pondan un espejo delante donde se refleja su insustancia), esa noche depre post-finde para la eterna juventud que hoy marca tendencia, es el espacio de humor, Qué vida más triste, adaptación catódica de un popular video-blog internetero.
Creado por Rubén Ontiveros y Natxo del Agua, este espacio de sketches humorísiticos, compactado a la fragmentaria manera de Camera Cafe o La tira, retrata las peripecias de un peterpanesco treintañero, Borja, afincado en casa de sus padres (pese a sus planes de boda con su novia de siempre) en Basauri (el parentesco con cierto humor televisivo vasco de gran éxito surgido alrededor de Vaya semanita! es evidente), acompañado por su colega Josebas en sus sempiternas partidas en la Play o en sus logomáquicas conversaciones, preñadas de referencias generacionales pop, de fácil identificación para el seguidor (El Equipo A, la saga de Star Wars, Michael Jackson…).
Ese es uno de los elementos identificatorios de las cutres andanzas de esta pareja, la continua apoyatura en elementos subculturales generacionales (las camisetas, los videojuegos, las películas de un Bruce Willis que se le aparece como dibujo animado al protagonista en su cuarto con el uniforme de astronauta de Armaggedon, recordando las apariciones de Bogart en Sueños de un seductor de Woody Allen,…), así como un humor verborreico arrolladoramente divertido, que mueve a la carcajada (bien escaso en la televisión generalista actual), lo cual lleva al producto a sobreponerse a cierta penuria de medios y escenarios (el casi único de la sala de estar de la casa del protagonista y su familia), muy en la onda low cost que le ha caracterizado desde su eclosión en la web.
Espero que la propuesta encuentre su hueco (nicho parece que adelanta su consunción) en la parrilla dominguera y una pequeña pero suficientemente nutrida parroquia fandémica. Su inteligencia, frescura y desprejuiciamiento lo merecerían.

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La Sexta contraataca a Vasile con humor

septiembre 26, 2008

La televisión es un juego de espejos, un laberinto de resonancias y autoreferencias, donde cuesta trabajo distinguir el original de la copia, la voz de su eco deformado, rebotando infinitas veces, en infinitas pantallas.
En un caso como el del reciente fallo judicial en favor de Tele 5, prohibiendo el uso de imágenes de la cadena en programas de La Sexta (en la mente de todos está Sé lo que hicistéis y su apoyatura en escenas e imágenes de otros programas de la competencia para su crítica paródica, programa objeto de las iras de Tele 5 desde que salió, supuestamente, victorioso en su lucha contra Aquí hay tomate, objeto frecuente de sus dardos), no resulta sencillo dilucidar si el uso de dichas imágenes, más allá de derechos de imagen y copyrights, perjudica o beneficia, dándole eco promocional que le vuelve a modo de boomerang mediático, a la cadena que las emitió originariamente. La parrilla catódica es una jungla donde muchas veces ya no somos capaces de discriminar el origen de las imágenes circulantes, sobrexplotadas, repetidas hasta la extenuación. La coda irónica, la deformación paródica o la hiperrepetición sensacionalista son moneda de cambio habitual en el medio.

Lo que si era de esperar es que la respuesta de La Sexta y de su magazine estrella iba a transitar la vía del humor y el sano cachondeo, marca de la casa y emblema de la empresa.
En una serie de gags, los presentadores y colaboradores de Sé lo que hicistéis corrían histéricos a pedir perdón de rodillas a Vasile, consejero delegado de Tele 5, ante la sede de la cadena; mientras en otro, simulaban un careo en contraplano con él (quien se mantenía en off, obviamente). Humor de buena ley y distancimiento relativizador, como medicina ante la escalada de tensión legalista que acompaña al caso. Mientras se decide judicialmente el tema, no es mala receta.
Lo que está en juego, en el fondo, es el montante económico resultante de unas imágenes, no ya destinadas solamente a la programación generalista de la cadena, sino a una serie de pantallas adyacentes y subsidiarias (la web de la cadena, descargas, móviles, TDT…) a quienes dicha producción debe llenar de contenidos. Así pues, quienes quieran emplearla para realizar los suyos propios deberán pasar por taquilla. Y el dinero no llega para todo, ni para todos.

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Buenafuente se mira el ombligo

septiembre 26, 2008

Cuando parecía que tras su regreso un par de semanas atrás, la nueva temporada del late night de La Sexta, Buenafuente, transitaba plácidamente, con un perfil bajo y acomodado y una audiencia fiel, en línea con el amiguetismo y el recurso a la comedia propios de la empresa, en la semana que termina hemos asistido a la celebración autocomplaciente y ombliguista de los 500 programas (incluyendo la etapa en Antena 3, con la misma productora).
Tras haber dejado por el camino a colaboradores emblemáticos (¿qué ha sido del Neng?) y haber propiciado programas spin-off (el Salvados por… de El Follonero), Buenafuente ha demostrado su buen ojo para el show-business, encontrando y confiando buena parte del peso del programa, pese a su inicial bisoñez catódica, a Berto, su nuevo escudero, convertido en primer espada durante la sustitución veraniega que se encargó de llevar a buen puerto.
Recortada su duración y comprimidos sus elementos, el programa ha buscado su punto fuerte en la personalidad cómica del propio Andreu, especialmente en sus monólogos de apertura, además de en los comentarios de noticias de actualidad y en las entrevistas (su faceta menos lucida, donde pesa el exceso de protagonismo egotista del entrevistador, utilizando excesivamente como percha para el gag y la comicidad al entrevistado).
Sorpresivamente, esta semana el programa se ha abandonado, como comentábamos, a un complaciente autobombo, en la celebración de sus 500 emisiones. Acompañado por su inseparable Berto, Andreu celebró la efemérides con la percha de guión de una partida de oca en el plató, lo que iba dando paso a un monólogo improvisado por su parte (la joya de la corona de su personaje catódico), llamadas telefónicas de felicitación de personalidades (Carmen Cervera, Jordi Pujol, Julio Iglesias, Alejandro Sanz, etc…) y, como colofón, la comparecencia del presidente de la cadena, Emilio Aragón, todo con el consabido buenrollismo y ombliguismo que tanto gusta en estos casos, en que la tele se autoglorifica, convirtiéndose en fin en sí misma.

Por si no teníamos bastante con esto, para rematar la semana (el miércoles no hubo emisión a causa del fútbol liguero), compareció en el plató la presentadora Carolina Ferre, conductora del docu-reality de la cadena De patitas en la calle, y, curiosamente, ex-pareja sentimental de Buenafuente, lo que dio lugar en la entrevista, a complicidades, bromas y sobrentendidos que, aunque se pretendían frescos y naturales, parecieron forzados y preparados, con un fondo de tirantez e incomodidad mutua, comprensible por otro lado, dada la situación.
Mal camino es éste de la autocomplacencia endogámica y autoreferencial para un show que se pretende incisivo y chispeante, corrosivo e irónico. Mejor hará Andreu en afilar sus garras y poner toda la carne en el asador para ofrecer un acercamiento sardónico a la actualidad socio-política, la cual, por cierto, ofrece muchos motivos para la dentellada crítica y humorística.

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‘De patitas en la calle’, reality correccional

septiembre 18, 2008

Era cuestión de tiempo que se produjera un cruce, una hibridación entre el reality-show y coaching catódico, dos de las tendencias dominantes en la producción televisiva de los últimos tiempos. Pero ya tenemos en pantalla, en la de La Sexta concretamente, una extraña mixtura que auna características propias de los dos formatos comentados: De patitas en la calle.
Tras ser (virtualmente) echados de sus casas por sus hastiado padres, independizados a la fuerza, tres post-adolescentes veinteañeros (dos chicas y un chico) son recluidos en un loft semivacío y bastante desprovisto, para que, además de convivir bajo el mismo techo, aprendan a superar sus negativas inercias y a madurar, abandonando su comportamiento anterior, caracterizado por la desidia, la falta de colaboración en las tareas domésticas, el despilfarro o el abuso desproporcionado de la telefonía móvil. Para ello serán auxiliados por el staff del programa, sabiamente conducidos en pos de una dosificada aclimatación a su nuevo ambiente y a los retos de su nueva vida.
Punteado por la excesivamente grandilocuente y envarada presentación desde la supuesta redacción del programa de una Carolina Ferre que hace un nuevo intento por superar su fama de gafe catódica y lograr que una de las propuestas en que participa fragüe, obtenga el favor popular y se mantenga lo suficiente en la parrilla, el invento intercala escenas de las andanzas de sus tres protagonistas con declaraciones confesionales en off de los mismos a cámara y tramos de la vida del trío en el loft que se ha convertido en su nueva residencia, en falso directo recalentado y compactado para la emisión semanal del programa.
Pese a cierto buen ojo sociologista y algún que otro elemento de interés, este reality correccional, este docu-show de adiestramiento juvenil se despeña por los barrancos de la brocha gorda y la vulgaridad más hortera con demasiada facilidad. Lástima.

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